Cuando muera quiero que me recuerdes con alegría, sin llanto Que me hables normalmente, sin susurros, sin frases entrecortadas, Sin largas pausas, claramente como si estuviera frente a ti Sin guardar silencio, y que tus ojos vean el horizonte, Sin enjugar lágrimas, que se traben en la garganta. Cuando muera no me des flores, dame besos y abrazos Y cada noche mira mi fotografía, imagina que te veo, Imagina que te oigo, que yo estaré a tu lado, En las noches velaré tu sueño, seré tu ángel guardián Cuidaré de ti, aunque los años pasen siempre estaré allí. Cuando muera quiero que me recuerdes como la primera vez Cuando nuestros ojos se centraron en una sola mirada, Así quiero que me recuerdes, para seguir vivo en ti Sin que pienses que morí y me llevé tu olvido, Quiero que me recuerdes con alegría, que así seguiré viviendo gbl 04/12/2017 Derechos Reservados de autor Nos toco despedirnos sin volver a verte... quedarnos con la image...
"Después de convertirme en presidente, le pedí a algunos miembros de mi escolta que fuésemos a pasear por la ciudad. Tras el paseo, fuimos a almorzar a un restaurante. Nos sentamos en uno de los más céntricos, y cada uno de nosotros pedimos lo que quiso. Después de un tiempo de espera apareció el camarero trayendo nuestros menús. Fue justo entonces cuando me di cuenta de que en la mesa que estaba justo frente a la nuestra, había un hombre solo, esperando ser atendido. Cuando fue servido, le dije a uno de mis soldados: ve a pedirle a ese señor que se una a nosotros.El soldado fue y le transmitió mi invitación. El hombre se levantó, cogió su plato y se sentó justo a mi lado. Mientras comía sus manos temblaban constantemente y no levantaba la cabeza de su comida.Cuando terminamos, se despidió de mí sin apenas mirarme, le di la mano y se marchó. El soldado me comentó: Madiva, ese hombre debía estar muy enfermo, ya que sus manos no paraban de temblar mientras comía.- ¡No, en absoluto!...
Ante el mundo, México se presenta como un territorio soleado en el que el invierno no es muy fuerte. Pero así como nuestro país es diverso en gastronomía, arte o dialectos indígenas, también lo es en clima. Por más raro que parezca, hay sitios como Real de Catorce que, de vez en cuando, ofrecen una experiencia invernal digna de fotografiarse. Este pueblo se localiza en la zona norte del estado de San Luis Potosí, en medio de dos montañas que forman parte de la Sierra de Catorce. Debido a sus casi 3 mil metros de altitud, Real de Catorce es más bien gélido, pero el pasado 21 de diciembre, en medio del frente frío número 24, la temperatura descendió tanto que, al amanecer, rondaba los cero grados. El resultado fue una extraordinaria nevada que cubrió de blanco los techos de piedra de las casas, las calles, los árboles y las plantas de nopal de los cerros aledaños para dar lugar a una postal única. Real de Catorce, un pueblo fantasma en medio de la sierra La historia del puebl...
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