Ante el mundo, México se presenta como un territorio soleado en el que el invierno no es muy fuerte. Pero así como nuestro país es diverso en gastronomía, arte o dialectos indígenas, también lo es en clima. Por más raro que parezca, hay sitios como Real de Catorce que, de vez en cuando, ofrecen una experiencia invernal digna de fotografiarse. Este pueblo se localiza en la zona norte del estado de San Luis Potosí, en medio de dos montañas que forman parte de la Sierra de Catorce. Debido a sus casi 3 mil metros de altitud, Real de Catorce es más bien gélido, pero el pasado 21 de diciembre, en medio del frente frío número 24, la temperatura descendió tanto que, al amanecer, rondaba los cero grados. El resultado fue una extraordinaria nevada que cubrió de blanco los techos de piedra de las casas, las calles, los árboles y las plantas de nopal de los cerros aledaños para dar lugar a una postal única. Real de Catorce, un pueblo fantasma en medio de la sierra La historia del puebl...
Una tarde ya para cerrar la puerta del cementerio, el velador dio un recorrido para avisarles que ya cerraría, la gente empezó a salir y en una tumba muy abandonada miró a una viejecita de rebozo y un vestido largo ya muy viejo con un bastón, tratando de abrir el cancel donde meten las veladoras a sus muertitos, el velador llegó y le preguntó: -Buenas tardes, señora, ¿qué está haciendo? Ya es tarde voy a cerrar el panteón. La viejita le contestó: -Tienen mucho que no visitan a este familiar, no tiene veladora, está a oscuras, quiero prenderle una veladora, pero no tengo cerillos, ¿no tendrá uno que me preste, buen hombre? Por supuesto que sí, pero están en mi cuartito donde me quedo a velar, los olvidé allí, si gusta démela para ir a prenderla, pero antes dígame ¿porqué la dejaron venir sola? ¿Cómo se llama? Bueno es que ya tiene mucho tiempo que no visitan está tumba, mire cómo está abandonada, necesita una limpiadita. Me llamo Hilaria Rojas y mis hijas quedaron de ven...
Cuando muera quiero que me recuerdes con alegría, sin llanto Que me hables normalmente, sin susurros, sin frases entrecortadas, Sin largas pausas, claramente como si estuviera frente a ti Sin guardar silencio, y que tus ojos vean el horizonte, Sin enjugar lágrimas, que se traben en la garganta. Cuando muera no me des flores, dame besos y abrazos Y cada noche mira mi fotografía, imagina que te veo, Imagina que te oigo, que yo estaré a tu lado, En las noches velaré tu sueño, seré tu ángel guardián Cuidaré de ti, aunque los años pasen siempre estaré allí. Cuando muera quiero que me recuerdes como la primera vez Cuando nuestros ojos se centraron en una sola mirada, Así quiero que me recuerdes, para seguir vivo en ti Sin que pienses que morí y me llevé tu olvido, Quiero que me recuerdes con alegría, que así seguiré viviendo gbl 04/12/2017 Derechos Reservados de autor Nos toco despedirnos sin volver a verte... quedarnos con la image...
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